Gustav Gurschner, lámpara de mesa de bronce.
Si bien es cierto que la luz ha sido siempre algo indispensable para el ser humano, no es hasta el siglo XX cuando la luz se convierte en diseño. Dado que hasta el 19 de octubre de 1879 cuando Albert Einstein inventa oficialmente la bombilla toda luz empleada era el fuego, las posibilidades del diseño de los elementos que lo guardaban solo buscaban su función práctica. Pero al lograr desarrollar este modo de iluminación artificial se hace necesario el diseño de nuevos elementos que la empleen del mejor modo posible. Si bien es cierto que los primeros diseños se hacen por pura necesidad y funcionalidad, pronto en el siglo XX se empiezan a valorar las posibilidades de diseño que la luz tiene.
Históricamente hablando podemos
ver los primeros usos de las lámparas como objetos de diseño en el Art Nouveau.
Es el nombre por el cual se
conoce al movimiento artístico del
Modernismo que se dio entre finales del siglo XIX y principios de XX. Se denominó de diferentes maneras dependiendo
del foco artístico dónde se desarrollaba
y las características propias de cada uno de ellos. El art nouveau en sí, pertenece al foco belga y francés, fue el foco más
extendido y el que mejor recoge las características generales del modernismo. Es un movimiento que intenta crear un
arte nuevo, joven, libre y moderno, queriendo romper con los estilos que se
estaban dando en ese momento (tanto la tradición academicista como el realismo
o el impresionismo). Tomó sus referencias básicas de la naturaleza para crear
las formas orgánicas que lo caracterizan. Aprecian el trabajo artesanal pero no
se alejan de la industria emergente, comprenden las nuevas posibilidades que
ésta les puede aportar. Fueron innovadores a la hora de emplear los nuevos
materiales industriales como el hierro y el cristal para incorporarlos en todos
los ámbitos del diseño (arquitectura, diseño de mobiliario, joyería, lámparas…),
ya que eran materiales idóneos para crear las líneas curvas tan presentes en el
movimiento. Utilizaron también la
asimetría en los diseños y había una tendencia hacia la estilización de los
motivos utilizados, dejando de lado el carácter realista. Se simulaba la
sensualidad con las formas alargadas y orgánicas y el uso de imágenes de
mujeres delicadas y gráciles (aprovechaban las ondas del cabello y los
vestidos). Los motivos tienden a ser de tipo exótico bien sean inventados o tomados de diferentes culturas. Destaca entre
estas últimas la influencia de las estampas
japonesas, un arte que causaba furor en ese momento.
Trataron de crear un arte que estuviera presente en todos
los aspectos de la vida. La obra de arte no se reduciría por lo tanto a un cuadro
o una escultura, sino que aparece en los objetos más cotidianos: joyería,
vajilla, mobiliario, los pomos de las puertas, las lámparas… Todo objeto podría
llegar a ser arte y de esta manera se crearía una forma de arte más democrática,
accesible a un público mucho más amplio y no solo a los más pudientes. Es por
esto también que la escala de los objetos artísticos se reduce y pasan a tener
una función (aunque normalmente predomine la estética frente a la función). Los
objetos son más prácticos a la hora de tenerlos en el hogar tanto por ese
tamaño más reducido del que hablamos como por el hecho de que las piezas son
objetos cotidianos que han estado siempre en casa, solo que ahora éstos tienen
un carácter artístico diseñados acorde a la tendencia del momento y concebidas
como arte.
Interiores y detalle pomo de puerta de la Casa Horta, Bruselas.
Son por lo general lámparas de
bronce y en alguna ocasión de hierro forjado, elementos que se están utilizando
en todo el diseño del momento por ser elementos novedosos impulsados por la Revolución
Industrial. Junto a estos materiales aparece el vidrio, e incluso se hacen
lámparas donde predomina este material. Es por el uso del bronce que las
lámparas se podrían denominar “esculturas luminosas”. Tienen las mismas
características de cualquier escultura del momento tanto por la utilización del
bronce como por el tamaño y los temas representados. La escultura había
reducido su escala, como ya hemos mencionado anteriormente, para hacerse más
accesible a la mayoría del público. Es por tanto que la escultura se presenta
en el ámbito doméstico y sus elementos y características empiezan a formar
parte del mobiliario, los accesorios, y por supuesto las lámparas.
Peter Behrens, lámpara de mesa con figura de mujer que ejerce una amplia pantalla en vidrio opalescente
En cuanto a los temas de estas
“lámparas-escultura” podemos crear dos grupos: uno que tiene como iconografía a
la mujer y otro basado en la flora y la fauna. En cualquiera de los dos casos
el tema se representa en forma de
composición alegórica. La mujer suele aparecer representada como un ser
mitológico (una ninfa, una náyade o una diosa) o en alguna ocasión son la
representación de actrices o bailarinas famosas de la época. Aparecen siempre
como mujeres sensuales, finas y ligeras, estilizadas, con elegancia en sus formas
y sus gestos. En cuanto a los animales, el que mejor representa la idea del art nouveau quizá sea el pavo real por
su plumaje de formas orgánicas y su elegancia general que resultan un elemento
muy ornamental cuando se aplican en el diseño. Así mismo, vemos que también la
libélula será utilizada con gran frecuencia. Si hablamos de flora observamos cómo
predominan las representaciones florales siendo el tallo el soporte y la flor
el lugar donde colocar la bombilla (integrando perfectamente la luz en el
objeto). Podemos destacar las orquídeas, los lirios y las magnolias, entre
otras. Aunque también puede ser que las pantallas de vidrio lleven estas
representaciones florales creando pequeñas vidrieras. Veremos más sobre ellas
en el siguiente post “El vidrio al servicio de la iluminación”, dada su
importancia y sus dos grandes representantes Emille Gallé y Louis Comfort
Tiffany.
Posts relacionados:
EL VIDRIO AL SERVICIO DE LA LUZ.
ESTILO WEINER WERKSTÄTTE.
LOS “ISMOS” EN EL DISEÑO.
Subido por: Nerea Illana Diez.
Lámpara francesa del 1900 con motivo de pavo real en bronce y vidrio.
Alessandro Mazzucotelli, lámpara de techo con libélulas de hierro forjado y decoraciones en pasta de vidrio colorada, 1903
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